Aditivos Nutrimentales

Aditivos Nutrimentales

¿Qué son y por qué hay tanta controversia en su uso y consumo?




15 Sep 2023 | 3 min de lectura

Un aditivo alimentario es cualquier sustancia que normalmente no se consume como alimento en sí, ni se usa como un ingrediente característico en la alimentación, independientemente de que tenga o no un valor nutritivo. La adición intencionada a los productos alimenticios se da con fines tecnológicos y puede ser desde su fase de fabricación, transformación, preparación, tratamiento, envasado, empaquetado, transporte hasta la fase de almacenamiento y da como resultado, que el propio aditivo o sus subproductos se conviertan en un componente de dichos productos alimenticios.

Llevan siglos siendo utilizados en los productos alimenticios, pero se asocian a tiempos modernos sobre todo por cuestiones de tendencias saludables.

Con su utilización se ha posibilitado tener una mejor conservación de los alimentos, modificar las características sensoriales (olor, sabor, color) y mejorar los procesos de elaboración (pueden estabilizar las mezclas, modificando la estructura y características físicas del alimento); así sin perder sus propiedades nutritivas, se consiguen alimentos mucho más atractivos para el consumidor y que duran más tiempo en condiciones óptimas.

El uso generalizado que en la industria alimentaria se ha dado a los aditivos, ha obligado a establecer mecanismos de control que regulen la correcta utilización y a la par verificar sus resultados en términos de otorgar un valor agregado al consumidor. El uso en los alimentos está justificado cuando al añadirlos, cumplen con alguna de las siguientes funciones: mantenimiento de las cualidades nutritivas o atributos benéficos para la salud; mejorar las cualidades de conservación o de estabilidad fisicoquímica del alimento; mejorar las características sensoriales del producto sin inducir al engaño y aportar coadyuvantes esenciales para el procesamiento del producto.

Para que una sustancia sea admitida como aditivo debe estar bien caracterizada químicamente y debe superar los controles toxicológicos establecidos por parte de las instancias nacionales e internacionales relacionadas para comprobar su inocuidad en términos de la frecuencia de consumo y del nivel dietético máximo permitido evitando la generación de algún efecto adverso a la salud.

En el caso de México, a través de la COFEPRIS, la Legislación Mexicana ha clasificado a los aditivos como “sustancias permitidas para ser utilizadas como aditivos y coadyuvantes en los productos” y se agrupan en once categorías o grupos, en los que se especifican, para cada uno de los aditivos alimentarios o grupos de aditivos alimentarios, las categorías de productos en que se reconoce el uso del compuesto como aditivo:

  1. Aditivos con diversas clases funcionales y con una IDA (Ingestión Diaria Admisible) establecida.
  2. Aditivos con diversas clases funcionales que pueden ser utilizados de acuerdo con las BPF (Buenas Prácticas de Fabricación).
  3. Colorantes con una IDA establecida.
  4. Colorantes que pueden ser utilizados de acuerdo con las BPF.
  5. Sustancias purificadas para masticar.
  6. Enzimas.
  7. Edulcorantes con una IDA establecida.
  8. Edulcorantes que pueden ser utilizados de acuerdo con las BPF.
  9. Aditivos permitidos en fórmulas para lactantes, fórmulas de continuación y fórmulas para necesidades especiales de nutrición.
  10. Coadyuvantes de elaboración.
  11. Saborizantes.

Salud

Gracias al empleo de estas sustancias, se pretenden alcanzar objetivos que el ser humano ha intentado desde hace siglos como es primordialmente, mejorar las características organolépticas (color, el sabor, la textura y el aroma), poner al alimento en las condiciones más adecuadas para su ingestión, prolongar la vida de anaquel y mejorar sus propiedades fisicoquímicas.

En términos generales, los aditivos evitan que el alimento ya producido se estropeé fácilmente, además de brindarle una presentación mucho más agradable que permite la mayor aceptación del consumidor. La industria productora requiere un control estricto para el uso de dichas sustancias con el objetivo de que se ajusten a los requisitos marcados por la legislación vigente al ser compuestos sintéticos o de origen natural con un uso y aplicación específica destinada al consumo humano.

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